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En la madrugada, mientras la ciudad parece dormir, los trabajadores encargados de retirar la basura en la zona del Parque Batlle —al igual que muchos otros en el resto de la ciudad— realizan sus tareas.
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Con las primeras luces, la rambla comienza a despertar. Para un gran número de montevideanos no hay mejor manera de comenzar la jornada que haciendo un poco de ejercicio.
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El amanecer montevideano nos ofrece una hermosa vista del puertito del Buceo.
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Hace quince años, agobiada por la vida familiar, Sonia (65) se puso a buscar «un lugar chiquito para ella» y terminó comprando un pequeño barco de madera donde vive desde entonces, anclada en el puertito del Buceo y con la única compañía de su gato Bimbo. Como los inviernos pueden ser muy duros, está considerando irse a vivir con su hermana y ya puso su bote a la venta.
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Giovanni es profesor de patín artístico en varios clubes de Montevideo y de la Ciudad de la Costa. Compró su barco hace dos años, en principio para disfrutar de la navegación que tanto le apasiona, pero desde hace unas semanas —luego de tener que vender su casa— está considerando convertirlo en su vivienda permanente.
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Luego de cada ceremonia, el personal de limpieza del Registro Civil se hace cargo de dejar todo listo para los próximos contrayentes y una nueva lluvia de arroz de colores.
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Cada día, varias parejas pasan por la Oficinas del Registro Civil de la calle Sarandí para contraer matrimonio. Siguiendo la tradición, las amigas solteras de la novia esperan ansiosas el lanzamiento del ramo, augurio de futuros compromisos.
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El suboficial José Miranda (50) ha sido el encargado de prender y apagar el Faro de Punta Brava (Punta Carretas) por más de veinte años. Originario de Colonia, vive todo el año junto a su esposa —maestra de profesión— en un lugar privilegiado de la capital y teme no poder adaptarse a la vida citadina dentro de treinta meses, momento de su pase a retiro.
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Uno de los músicos de la Banda Sinfónica de Montevideo —el organismo musical más antiguo del país— coloca resina en su arco momentos antes del concierto ofrecido en la explanada de la Intendencia en conmemoración de los veinte años de la Carpa de Espectáculos.
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En la sede de la calle San Fructuoso, un nutrido grupo de hinchas del Montevideo Wanderers Fútbol Club da rienda suelta a su alegría festejando el pasaje de su equipo a los 16vos. de final de la Copa Libertadores, luego de vencer al Zamora Venezuela por 3 a 0.
