

La Jacinta. Ciento cincuenta hectáreas de paneles solares para venta de energía. Obra aún en etapa de construcción y armado.
José Rodríguez tiene ocho años de servicio y es el gran conocedor de la zona. Joaquín Vargas tiene veintiocho años de servicio y es hincha de Peñarol.
Sebastián posa con su perro. Detrás está el bus «coita» (diminutivo de COA, empresa de transporte). Su abuelo fue chofer de la empresa. «Todos los turismos nos vamos de camping con la familia en la “coita”.»
La discoteca La Bambola lleva 47 años abierta. Es el único boliche de la ciudad que abre los miércoles de noche.
Trabajador rural recorriendo el campo a caballo y acompañado por un perro
De camino a Colonia Lavalleja
Comercio de Pueblo Migliaro
Parada sobre la intersección de la ruta 4 y el acceso a Colonia Lavalleja
Amanecer en la ruta 4, a la entrada de Colonia Lavalleja
Llegando a Pueblo Migliaro
Yamandú (63) es el canillita de Pueblo Migliaro. Hace un par de años está jubilado y luego de vender los diarios se dedica a sus cuarenta ovejas.
Leonardo Gómez (27) es guardavidas por la mañana, por la tarde estudia educación física y de noche vende panchos con un amigo para juntar dinero y poder viajar a Peru, donde vive su hijo.
La discoteca La Bambola lleva 47 años abierta. Es el único boliche de la ciudad que abre los miércoles de noche.
Fila de espera para la farmacia del hospital local
Hace más de veinte años que Lucho trabaja con San Cristóbal, lancha que une Salto con la ciudad de Concordia. Se lamenta porque cada vez hay menos pasajeros, según él, por la política de «cero kilo».
Club Remeros de Salto. Clase de niños con asma. Gracias a un convenio con el club, niños derivados por Salud Pública acceden a la piscina como parte de su tratamiento.
Accesos a la ciudad por ruta 31. Los niños aprovechan la señal wifi del liceo
Paseo comercial en las Termas del Daymán
Winston Aguilar, en uno de los cuatro incendios que controló ese mediodía en los alrededores de Salto, debidos a la importante seca en la zona.
El abigeato es el delito de robar y matar ganado para vender la carne. Sin embargo, se dice que robar y matar un animal para comer no lo es. Para explicitar que el robo es por necesidad, se debe colocar el cuero del animal en el alambrado de donde se roba.
Wilson recorrió varios kilómetros a caballo buscando un chancho que se había escapado. Luego de encontrarlo, regresa a su casa con la certeza de que no volverá a suceder. El chancho también lo sabe…
Coco y Elsa son los dueños de El reencuentro, la pulpería que está en la entrada de Arerunguá. Desde hace un tiempo no la abastecen, así que venden lo que les va quedando: matamoscas, alguna botella de whisky brasilero, alambre y hojas de afeitar.
La escuela tiene trece alumnos. Las clases van desde nivel 3 hasta sexto año. Alexandra está en nivel 5 y en un pequeño recreo juega con sus compañeros al Pato Ganso.
Nelci (35) es de Vera, un pueblo vecino. Hace tres años se trasladó con su familia a Arerunguá y desde ese momento trabaja como auxiliar en la escuela. Cada día prepara el desayuno y el almuerzo. El menú de hoy: guiso de lentejas.
Una pequeña capilla de chapa reúne a los feligreses cada quince días, cuando el cura llega a Arerunguá.
Abel Álvez nació y creció en Arerunguá. Amante de los caballos, los convirtió en su gran pasión y medio de transporte y sostiene que «a caballo se hizo la patria». Hace un año sufrió una lesión medular al caer de uno en una jineteada.
Cuando el MEVIR llegó a Arerunguá, Olga García (80) tenía 75 años. Trabajó duro para construir la casa que hoy disfruta mucho. Simpática y alegre, tiene siempre una anécdota de «almas en pena» para avivar la jornada.
Acompañado de su perro, Juan prueba suerte pescando con robador en el arroyo Arerunguá. Tal vez hoy la cena sea pescado.